El fiscal pide 32 años para el acusado de quemar a Toñi

La Fiscalía Provincial de Las Palmas solicita 30 años de cárcel por dos delitos de asesinato en grado de tentativa para Enrique José Ramírez Cruz, acusado de quemar vivas con una bombona de gas a la cantante Toñi Cabrera y la hija de ésta. Ambas convivían con el procesado en la casa familiar de Ingenio cuando ocurrieron los hechos en octubre de 2006, motivo por el que el fiscal interesa la agravante de parentesco.


Aparte de los 15 años por cada intento de asesinato con alevosía, el ministerio público formula acusación por dos delitos de malos tratos no habituales en el ámbito familiar, cargos por los que pide otros dos años de prisión para el procesado.


Y es que, según recoge el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, Ramírez Cruz infligió un padecimiento "terrible" e "inhumano" a su ex pareja e hijastra, pues las encerró en un pequeño habitáculo debajo de una escalera, cogió una bombona de gas, metió la manguera por una rendija y accionó el mecanismo de combustión. Ninguna de las pudo defenderse de las llamas.


"Las comenzó a quemar con absoluto desprecio por sus vidas y siendo plenamente sabedor del terrible e inhumano padecimiento que les estaba produciendo", añade el representante del ministerio fiscal. Luego, tras desvanecerse el ánimo de matarlas, el acusado subió a las dos víctimas al piso de arriba y les propinó patadas, empujones y golpes de diverso tipo hasta que, finalmente, las llevó en su coche al Hospital Universitario Materno Insular.


Una vez en el centro médico, "con la artera finalidad de eludir toda responsabilidad", Ramírez Cruz "adujo" que madre e hija habían sufrido "un accidente casero" como consecuencia de la "explosión fortuita" de una bombona de gas. Una versión desmentida por las perjudicadas con posterioridad, liberadas ya del yugo opresor que el presunto asesino ejercía sobre ellas cuando las dejó en el hospital.


El procesado fue detenido el 14 de octubre de 2006 en el aeropuerto de Gran Canaria, cuatro días después del doble crimen. Se disponía a embarcar rumbo a Madrid para viajar luego a Colombia, según consta en la instrucción judicial. Mientras, Toñi y su hija agonizaban en el hospital. La menor sufrió quemaduras de segundo grado en el 28% de su cuerpo, la madre del 42 %. Ambas tienen perjuicios estéticos "importantísimos".

Fuente: Las provincias