Más de 80 niños piden ayuda por ser víctimas de violencia familiar Las estadísticas demuestran que estos menores tienden a interiorizar valores que afectan a su bienestar psicológico o a protagonizar episodios violentos durante su etapa adulta

Un total de 86 menores han sido atendidos por el Programa de Intervención con Menores Víctimas de Violencia de Género o Maltrato Familiar desde que éste se pusiera en funcionamiento en diciembre de 2008 por la delegación para la Igualdad y Bienestar Social. De la cifra globlal, 76 niños pertenecientes a 50 núcleos familiares se beneficiaron del programa durante el pasado año y diez en las primeras semanas de 2010. Estos datos los aportó ayer la delegada de Igualdad y Bienestar Social, Silvia Cañero, quien destacó que con esta iniciativa se busca dar respuesta a las necesidad de intervención psicológica de los niños que han sufrido algún maltrato (13% de los casos) o que pertenecen a núcleos familiares en los que se han vivido episodios de violencia de género. Y es que, según la delegada, todos los estudios realizados sobre esta problemática apuntan a que estos menores tienden a interiorizar valores negativos que afectan a su bienestar psicológico y emocional. Incluso, las estadísticas apuntan que un alto porcentaje de estos niños protagonizan conductas violentas cuando llegan a la edad adulta.

La mayoría de los menores atendidos, en concreto un 44%, son derivados desde el Servicio de Asistencia a la Víctima en Andalucía (SAVA); un 38% desde los servicios comunitarios de los ayuntamientos y un 12% desde los Servicios de Tratamiento Familiar. En cuanto al perfil de los menores, la delegada apuntó que no se puede hace una distinción por sexos, puesto que el 54% de los pequeños atendidos fueron niñas y el 46% restante varones. El 68% de los casos tenía una edad comprendida entre los 6 y los 15 años; el 98% eran españoles; y sus familias estaban formadas por una media de 4,3 personas.

Casi la totalidad de los niños que han formado parte del programa -un 96%- acudieron acompañados de su madre, cuya edad media rondaba los 35 años. Para la delegada es muy preocupante que "mujeres tan jóvenes ya sean víctimas de violencia de género". Un dato que el pasado lunes ya resaltó la Subdelegación del Gobierno al apuntar que el perfil de la víctima ha experimentado un cambio ya que las denunciantes son cada vez más jóvenes. Según las últimas estadísticas, las menores de 40 años coparon el 70% de las denuncias interpuestas por casos de violencia de género.

Una vez que el niño forma parte de esta iniciativa se somete a un plan psicológico y educativo personalizado, adaptado a las problemáticas y circunstancias de cada menor. Este proceso está dividido en tres fases, centrada la primera de ellas en recabar la información necesaria para conocer el estado psicológico de cada uno de los pequeños. Tras esta evaluación se entra en el tratamiento. En él, a través de una serie de actuaciones como el aprendizaje de técnicas de reconocimiento y expresión de emociones o el establecimiento y cumplimiento de pautas educativas, se trabaja en la recuperación emocional de los menores. Durante 2009, un total de 19 menores se sometieron a 159 sesiones. El proceso finaliza con la fase de seguimiento de los casos tratados con el objetivo de evitar recaídas, así como el apoyo a los niños para afrontar el día a día. Actualmente permanecen abiertos 49 casos de los que un 58% está en el proceso de evaluación, un 38% está en tratamiento y al 4% restante se le realiza el seguimiento con el que se da por terminada la intervención.

La Asociación de Mujeres Profesionales Encuentracuerdos se está dedicando al tratamiento de los menores que acceden al programa. Su responsable, Marisa Sala, destacó que el 53% de las madres que acuden acompañando a su hijo se encuentran separadas de su pareja tras ser víctima de malos tratos, aunque el resto "ha sufrido la reincidencia ya que ha tenido nuevamente algún episodio de violencia de género". Asimismo, quiso hacer hincapié en que un alto procentaje de estas mujeres dispone de estudios primarios y que se encuentran trabajando.

En cuanto a la duración del tratamiento en los menores, detalló que no existe un periodo determinado sino que depende de cada uno de los casos. No obstante, aseveró que, según han comprobado los técnicos que llevan a cabo el programa, a partir de los seis meses se detectan los primeros resultados positivos en los menores.

FUENTE: El Diario de Córdoba