OTRA MADRE QUE CLAMA POR SU HIJA, ¿LE APLICARAN EL SAP? LLEVA MUCHOS NÚMEROS

La justicia ha establecido un régimen de visitas a favor de un padre, condenado por atentado a la autoridad y dos delitos de lesiones en el ámbito familiar, en un caso de violencia de género. La madre insiste en que la pequeña ha sufrido también malos tratos por parte de su padre y, sobre todo, que éste no la protege durante sus visitas. N. R. intenta fundamentar su postura en informes psicológicos de su hija y clama, desesperada, que la justicia detenga la aplicación de esta sentencia, al menos mientras se comprueba que sus temores sí están fundamentados.
Nasiha no es el verdadero nombre de nuestra denunciante. Sin embargo nos negamos a identificarla más ante su agresor, a pesar de que ella suplique un espacio en los medios de comunicación a cara descubierta, aferrándose a la posibilidad de que los resortes del estado de derecho que la asisten se giren, al unísono, hacia su caso.
Tiene una hija en común, de cuatro años de edad, con el que fuera su marido hasta hace pocas fechas, el mismo que desde el instante en que nació la pequeña repudió a ésta verbalmente, diciéndole que no era suya. De este modo, acuñó uno de sus frases preferidas para humillar a la que fuera su mujer: «eres una puta y esta niñata no es mía». Buena cuenta de ello puede dar el personal sanitario del hospital Materno Infantil de Málaga, que en el 2004 auxilió a una convaleciente Nasiha, brutalmente agredida por su marido en la cama del hospital, donde se recuperaba de una cesárea en la que una de sus hijas -concibió mellizas- falleció. Fue sólo el paso a la agresión física más violenta, después de años de humillaciones y maltrato moral y físico.
Los siguientes capítulos, hasta llegar al divorcio en el 2009, cumplen a la perfección el lastimero protocolo del diario de una mujer maltratada: golpes, humillaciones, amenazas de muerte, desatención familiar, en este caso hasta violaciones... agresiones que se produjeron en todos los casos delante de la pequeña Lubna, que relata entre sollozos los recuerdos de este hiriente pasado ante la psicóloga que la atiende y reconoce también que su padre le propinó golpes. Su madre asegura que jamás le demostró cariño.
Este relato, que lamentablemente a todos nos suena, no adolece del más peligroso de los factores: el miedo a denunciar ante la amenaza de quien se sabe más fuerte, con el condenable beneficio para el agresor de que su víctima es analfabeta.
En el año 2006, cuatro agentes de la autoridad tuvieron que intervenir ante una de estas palizas, ya que se produjo en las escaleras del edificio donde vivían. El agresor fue detenido y condenado por un delito de atentado a la autoridad, aunque absuelto del delito de maltrato. Nasiha sintió pánico ante la amenaza de su marido: «si me metes en la cárcel te mato, a ti y a tu hija». No declaró en su contra.
No es hasta este mismo año, cuando M.A. es condenado por dos delitos de lesiones en el ámbito familiar, probándose que «cogió en repetidas ocasiones a N. R. por el pelo, propinándole patadas en todo el cuerpo, empujándola contra la pared, rompiéndole un plato en la cabeza, amenazándola con un cuchillo...» y violándola. Se reconoce en los hechos probados que el agresor actuó en presencia de su hija menor.
M.A. pasa cuatro meses en prisión, se dictan medidas de protección para la víctima, entre tanto sigue su curso el procedimiento de divorcio, cuya sentencia se decreta en septiembre de este año. Ambos reclaman la guardia y custodia de la pequeña y la instrucción del caso determina la guardia y custodia para la madre y una patria potestad compartida entre ambos, con un amplio régimen de visitas para el agresor.
Visitas
Es a partir de estos últimos cuatro meses cuando comienza un nuevo calvario para la víctima, según asegura, que la lleva a padecer una notable angustia lo que, unido a su analfabetismo, la hace recorrer despachos de juzgados, de letrados y comisarías sin que nadie parezca dar crédito a sus argumentos: la menor no es protegida por su padre en las visitas, es llevada por éste a lugares poco adecuados, bebe y hasta en dos ocasiones pudo haberla agredido. Nasiha lo ha comunicado de forma reiterada a los profesionales del Punto de Encuentro Familiar, donde el padre recoge a la pequeña Lubna. Ésta, según certifica una psicóloga, «relata acontecimientos estresantes con su padre, que la hacen llorar. Se niega a mantener contactos con él, a pesar de su corta edad. Manifiesta sensación de miedo y se siente protegida por su madre. Presenta ansiedad de separación con respecto a su madre».
Nasiha está convencida de que su ex marido quiere cumplir sus amenazas: «mataré a la niñata y diré que ha sido un accidente. Luego iré a por ti».
Sus lamentos son expuestos, con evidente frustración, ante la letrada que la asiste. «Aquí tienes un informe del psicólogo y una denuncia», le dice Nasiha mientras le acompaña el informe médico con una comparecencia que ha hecho ante el juzgado, al que acudió para informar de que su ex marido incumple la orden de alejamiento, la ha amenazado por teléfono y no cuida a su hija durante las visitas. «Esto no es una denuncia, es una comparecencia», le insiste la letrada, «bueno, ahora sí podré hacer algo, presentaré estos documentos, lo otro eran meras manifestaciones tuyas», explica la abogada a su clienta, que apenas puede descifrar algunos de los conceptos utilizados por ésta. No obstante, le advierte a Nasiha «quiero que sepas que el derecho es lento, lamentablemente siempre llega después...», a lo que ella responde «¿A qué van a esperar, a que ocurra una desgracia?». «Casi siempre ocurre así», sentencia la letrada.

Publicado en
DIARIO SUR

Tengo como siempre muchas preguntas y ninguna respuesta.
Qué hace la Fiscalía
Qué hacen las Fuerzas de Seguridad
Qué hace La Unidad de La Violencia de La Subdelegación del Gobierno
Qué hacen las Oficinas de Las Víctimas de los Juzgados
Qué hace el 016
Qué hacen las Asociaciones que se autoproclaman en contra de la Violencia de Género
Luego va el Subdelegado Sr. Lorente y dice que no sabe que esto sucede.
¿Quién miente y no hace su trabajo?
Los puntos de encuentro ya sabemos que encubren el maltrato. ¿De verdad no saben? Bien que hablan de la victimización secundaria.
Hagan algo ya. No sirve de nada decir que lo ignoran.

el pdf al que acude es el de calle luis de velazquez en malaga? si es asi que se ponga en contacto conmigo pues ya esta la asociacion de mujeres malagueñas montada segun me hizo saber la presidenta.
y por lo menos intentaremos ayudarla

Cada una de nosotras tiene una labor muy importante y única a realizar en cualquier punto del pais.Porque todas somos plataforma luna, y lo que una haga lo hará por toda la plataforma. Por ello madres de Málaga ya no podeis seguir callando, en efecto una organización está gestada, sus intenciones nobles como pocas: DEFENDER, APOYAR , ASESORAR, ACOMPAÑAR.....Y A MEDIDA QUE SE ASIENTE, QUE VA A SER PRONTO,TENER TODA LA LOGÍSTICA NECESARIA PARA QUE NINGÚN NEN@ DEBA SUFRIR MÁS MALOS TRATOS NI DEL PEF, NI DE LOS SAPER@S NI DE MAGISTRADOS QUE APLIQUEN TEORIAS NO RECONOCIDAS POR LAS ENTIDADES INTERNACIONES Y NACIONALES COMPETENTES EN LA MATERIA.
En cada punto del pais debemos gritar con la educación que nos ha caracterizado desde nuestros inicios, que se cumpla la legislación del menor, que se complemente para que este horror no puedad tener lugar nunca más. Málaga digo porque estoy ahora aquí, pero que no penseis las demás que cuando digo Málaga no me refiero ya no solo a todo el pais, sino a cualquier lugar del planeta donde las ideas de este pedófilo pretendan "asomar el bigote".De hecho he vivido ya en tantos sitios que me considero ciudadana del mundo, mi hogar es donde está mi familia.........
Esta madre que se ponga en contacto conmigo, con Siobhan, con Sol, con Michelle, entre todas la sabremos escuchar, acompañar y asesorar.....que sepa que NO ESTÁ SOLA.