SR. LORENTE III

Se sigue sin poder ocultar la barbarie.
Más mujeres por el hecho de serlo ya no lo cuentan.
Las últimas dicen que no lo habían denunciado. Que más da, tal como están las cosas, las mujeres han sido muy tontas en elegir a sus compañeros, pero no como para saber que el sistema no ayuda.
No Sr. Lorente, las pulseras las deciden los jueces, y Ud. nos contesta que la independencia del poder judicial es intocable.
Las asociaciones de mujeres se frotan las manos si tienen otra mujer con la que engrosar algún dato para recibir dinero, pero efectividad de protección, ninguna.
El 016, si te reciben, pero que denuncies, y aunque las asociaciones de padres donde se refugian los maltratadores, insisten en los beneficios que les otorgan a una mujer por denunciar y engañar a la opinión pública, es mentira. Tardan más de un año en ver el caso. eso sí no basta con la palabra, ni los hechos acompañantes, la ideología de todos los juzgadores es contraria al sufrimiento femenino.
Si hay hijos por medio, el irrenunciable sacrosanto beneficio de un padre, aunque tenga todos los índices de ser tóxico para la descendencia, será vinculante, y las trabajadoras de los pef, se encagarán de demostrar la maldad de esa mala madre que ha osado denunciar a ese pobre individuo que representa la paternidad por excelencia.
No eche balones fuera, Sr. Delegado, diga por qué las mujeres no pueden confiar en un sistema que no las escucha y las deja como una barca a la deriva sin víveres si denuncian.